Una de las preocupaciones generales del
dibujante medio es obtener poses dinámicas, esto es, eliminar la sensación
de rigidez de sus dibujos y hacer que estos se vean naturales y vivos.
A veces se aconseja usar modelos reales para conseguir esa naturalidad,
aunque en mi opinión la fluidez se obtiene principalmente mediante una
adecuada estilización de las figuras.
Paso
1: La
línea de acción
Empecemos definiendo la LINEA
DE ACCION. La línea de acción muestra la
intención de movimiento del personaje, además
de conformar la base sobre la que se asienta toda
la estructura del cuerpo. Podemos hacerle un
símil con el hilo de un collar de perlas (figura
1). Las perlas, al introducirse, van
siguiendo la forma del hilo.
Paso
2 : La
figura inicial
Básicamente, se
puede ver al cuerpo humano como una línea de
acción que atraviesa cabeza, tronco y
extremidades. En su estadio básico recuerda al
monigote que dibujábamos de niños, como los de
la figura 2. Podemos ver que
consiste en una línea principal con dos ejes: el
de la cadera y el de los hombros. Estos ejes son
perpendiculares a la línea principal, luego un
giro o inclinación de ellos provoca un curvatura
en la línea de acción.
De los extremos de los ejes parten las líneas de
posición de los brazos y piernas, las cuales
siguen los principios del equilibrio y de la
inercia (que explicaré más adelante).
Paso 3 :
La descomposición del cuerpo en formas básicas
Ahora hacemos una
simplificación del cuerpo a partir de esferas,
cilindros y cubos. Estas figuras básicas son elásticas,
luego pueden deformarse para formar óvalos,
trapecios, conos y barriles (los cuales a su vez
se pueden doblar y retorcer a nuestra voluntad).
En la figura 3 hay varios
ejemplos de partes del cuerpo construidas a
partir de figuras básicas.
Paso 4 :
Ajustar los elementos a la línea de acción
Una vez tenemos el
cuerpo descompuesto en figuras más simples, lo
introducimos amoldándolo a la línea de acción,
que los atraviesa por el centro de parte a parte.
En la figura 4 se muestra una
colocación incorrecta, en la que la rigidez de
los cilindros provoca un ángulo en la línea.
Para obtener fluidez, el contorno de las figuras
debe seguir la línea de acción. Las líneas
guía (por ejemplo, la de los pechos) han de ser
perpendiculares a ésta.